La futura «Bulli» eléctrica
La marca alemana ha presentado en el Salón de Detroit un “concept” de minibús eléctrico de 8 plazas al que denomina I.D. Buzz, que recogerá el testigo de la mítica “Bulli” (las célebres furgonetas y microbuses de la gama T).

No es la primera vez que VW hace un guiño a las “Bulli” con sus concept. Esta vez la similitud del I.D. Buzz, aparte de las formas cúbicas, se limita a la pintura a dos colores de la T1 original (1950), acercando su estampa icónica a la del T2 (segunda generación de la Transporter), eso sí, con vocación eléctrica y autónoma, cuyas dimensiones no le hacen precisamente muy práctico en conducción urbana (casi 5 m de largo, sobre una plataforma de nada menos que 3,3 m de batalla). Mide 4,94 m de largo, por 1,98 m de ancho y 1,96 de alto, y emplea la plataforma modular MEB ya mostrada en el último Salón de París, específica para la futura nueva gama de eléctricos de Volkswagen y que inauguró el Volkswagen I.D. Concept.
Monta una triple motorización exclusivamente eléctrica (dos motores de 70 kW cada uno en el eje trasero y otro delantero de 140 kW, con una potencia combinada de 374 CV que pese a su peso (no declarado, pero estimado en dos toneladas y cuarto) le permite acelerar de 0 a 100 km/h en 5 segundos, con una velocidad máxima limitada a 165 km/h, tanto para no acortar (y calentar) en exceso la duración de sus baterías como por cuestión de peso.
En realidad, su potencia y prestaciones pasan a segundo plano dado su carácter “concept”, ya que lo que importa es que VW declara una autonomía de 430 km según las nuevas normas USA (unos 600 km en el ciclo europeo), gracias a unas baterías de ion-litio de alta capacidad de entrega (111 kW/h para los motores gemelos y 83 kW/h para el anterior principal), situadas en todo el piso de la plataforma (para rebajar su centro de gravedad) y que pueden recargarse al 80% en tan sólo media hora.

Por otra parte, este I.D. Buzz ofrece una alta capacidad de conducción autónoma con su «I.D. Pilot Mode», que mediante sensores de ultrasonidos, radares LIDAR y cámaras permitirá la conducción robotizada sin conductor. Cuando se active dicho modo de conducción, el volante se integra en el salpicadero y los asientos delanteros podrán girarse hacia atrás (180º) para charlar con los demás ocupantes. Y por supuesto, el I.D. Buzz no lleva retrovisores convencionales sustituidos por cámaras que proyectan la imagen exterior en una pantalla, ni cuadro, reemplazado por un “head up display” gigante con funciones de realidad ampliada…
En suma, un “concept” futurista que quizá veamos como taxi urbano o como monovolumen de ocio hacia finales de 2018, y cuyo éxito real depende esencialmente de que la autonomía teórica de la que presume se vea confirmada en el uso diario.